Aunque ya el verano se va acabando, en el sur sabemos que el calor va a aguantar un poco más y las recetas fresquitas aún se agradecen.

En la receta de hoy os traemos una receta muy clásica, tanto que muchos lo consideran el predecesor del gazpacho. Hablamos del ajoblanco, una receta que datan su origen de Al-Ándalus con las cosas que más a mano estaban en la época: pan en migas, ajo, aceite de oliva, vinagre, sal, agua y almendras.
Ingredientes

  • Miga de pan del día anterior (150 gr.)
  • Agua fría (500 ml.)
  • Aceite de oliva virgen extra (100 ml.)
  • Almendras crudas (100 gr.)
  • Un diente de ajo
  • Un par de cucharadas de vinagre
  • Sal

Lo primero que haremos será poner en remojo el pan en el agua fría hasta que quede bien mojado. Una vez lo tengamos, lo pondremos en el vaso de la batidora con el agua sobrante que no haya llegado a absorber. Le pondremos también la almendra cruda, el diente de ajo, vinagre y sal, y a triturar todo. Cuando lo tengamos bien batido, empezaremos a ponerle el aceite pero sin dejar de batir en ningún momento para que emulsione bien como haríamos con un salmorejo.
Cuando lo tengamos listo, lo serviremos bien frío, y lo podremos acompañar de algunas almendras tostadas troceadas, unas gotas de aceite de oliva y unas uvas blancas o melón y algo de jamón ¡Y a disfrutar con los tuyos!